Según ha informado Barcelona Televisión, un grupo de cuatro Menas lleva ocupando desde hace seis meses una vivienda en el distrito de Trinitat Vella de la ciudad. No teniendo bastante con vivir gratis sin pagar alquiler, hipoteca ni suministros, su 'jornada laboral' se resume entre robos, hurtos, agresiones y trapicheos varios con drogas. El Ayuntamiento de Ada Colau no hace nada para remediarlo y los vecinos han estallado contra esta situación.
Como es habitual en estos casos, un grupo de progres sin oficio ni beneficio ansiosos de la paguita que pronto se ingresará en sus cuentas bancarias, se ha encarado con los vecinos honrados y trabajadores, cansados de esta situación de inseguridad. Como siempre, los podemitas han tachado de "racistas" a los españoles que se parten el lomo trabajando y pagando los gastos de sus casas para luego sufrir atracos y robos.
Los agentes antidisturbios de los Mossos de Esquadra han tenido que intervenir y separar a los dos grupos. Los manifestantes han anunciado que acudirán todos los días ene l mismo lugar hasta que los okupas abandonen la casa okupada y se dediquen a trabajar y a ganarse la vida como la gente normal.
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Como es habitual en estos casos, un grupo de progres sin oficio ni beneficio ansiosos de la paguita que pronto se ingresará en sus cuentas bancarias, se ha encarado con los vecinos honrados y trabajadores, cansados de esta situación de inseguridad. Como siempre, los podemitas han tachado de "racistas" a los españoles que se parten el lomo trabajando y pagando los gastos de sus casas para luego sufrir atracos y robos.
Los agentes antidisturbios de los Mossos de Esquadra han tenido que intervenir y separar a los dos grupos. Los manifestantes han anunciado que acudirán todos los días ene l mismo lugar hasta que los okupas abandonen la casa okupada y se dediquen a trabajar y a ganarse la vida como la gente normal.
Progres protestan en Barcelona para dar apoyo a unos Menas acusados por los vecinos de cometer robos en el barrio de la Trinitat Vella
La sensación de inseguridad aumenta en algunos barrios de Barcelona ante la sensación de pasividad de la alcaldesa Ada Colau
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