Menas protagonizan dos motines en la misma noche en un centro de menores de Vitoria-Gasteiz

Un grupo de menores extranjeros no acompañados (MENAs) protagonizó ayer dos motines en la misma noche en un mismo centro de menores de Vitoria-Gasteiz. Los hechos ocurrieron en el centro foral Bideberria, levantado en un lateral del parque de Molinuevo. En uno de los motines agredieron a uno de los empleados.

Fueron muchas las patrullas de la Ertzaintza las que necesitaron para apaciguar la violencia que desprendían los MENAs allí amotinados. Hasta ocho patrullas de la Ertzaintza irrumpieron en las instalaciones. Varios jóvenes confinados en este centro foral golpearon a un educador y se atrincheraron en una habitación al serles negada por enésima ocasión la salida al exterior.

El personal del centro foral se vio incapaz de contener a todos los alborotadores y se produjo la llamada de auxilio al 112. La primera intervención policial fue más tranquila, pero en la segunda visita de la noche los ertzainas sí se vieron obligados a utilizar la fuerza ante la violenta resistencia que se encontraron en el interior de esta instalación foral.

Muchos de estos MENAs son «habituales» de la delincuencia común en Vitoria-Gasteiz, por lo que la mayoría son conocidos de los agentes que intervinieron en el operativo.

 
Los Menas a los que se permitió jugar a fútbol quieren más: Organizan un motín porque no les gusta la comida

Consideran que unas galletas y un vaso de leche es poca comida para desayunar

El Ayuntamiento de Bilbao, liderado por el PNV y por el PSOE, permitió que unos Menas disputaran un partido de fútbol en las instalaciones de Rekarte, se han venido arriba y quieren más. El buenismo de los educadores del centro y la misma actitud de los responsables del ayuntamiento socialseparatista debía pensar que con el partido estarían contentos y agradecerían el gesto.

Ahora, para "agradecer" su estancia gratuita en el centro, se han quejado de la comida y que no les dejan salir fuera para comprar tabaco. La mejor solución que han encontrado para vehícular la queja, lejos de hablar como personas normales, ha sido organizar un motín. Según informa El Correo, un grupo de los 20 chicos que se encuentran acogidos en estas instalaciones se ha encerrado en una habitación.

Según la misma fuente, patrullas de la Guardia Urbana acudieron al lugar para controlar a los jóvenes confinados y tuvieron que pedir el refuerzo de la Ertzaintza. Las Fuerzas de Seguridad han podido comprobar que los trabajadores sociales estaban desbordados, Dentro del centro estaba todo sucio y, además, no guardaban entre ellos la distancia de seguridad recomendada por el Gobierno.

Usuarios de redes sociales han demostrado su hartazgo. Es inadmisible, consideran, tantas exigencias cuando se les están dando todas las oportunidades. "Si quieren quejarse que lo hagan, pero desde su país", estallan algunos".