El infierno de maltrato y abandono de dos niñas de 5 y 8 años en Mijas

Desnutridas, descalzas, en ropa interior, con ausencias reiteradas a clase... Así crecían dos niñas de 5 y 8 años a las que la Guardia Civil rescató de un 'camping' de Mijas donde convivían con su madre, que ha sido detenida por un delito de abandono, aunque también se investigan posibles malos tratos en el ámbito familiar.

La investigación, apoyada en los testimonios de vecinos y de las propias niñas, revelaría el infierno en el que supuestamente vivían. Según dichas versiones, la madre habría consumido alcohol o drogas delante de las menores y no se preocupaba por el cuidado y las necesidades de sus hijas.

El episodio que destapó el caso tuvo lugar pasadas las diez de la noche del pasado 17 de mayo. Una vecina del 'camping' telefoneó al sistema de emergencias 112-Andalucía para informar de que tenía acogida a una niña -la menor de 8 años- que aseguraba haber sido agredida por su madre. Tenía miedo de volver a casa y le pidió que la escondiera.

Una dotación de la Guardia Civil acudió a las instalaciones y se desplazaron a la parcela donde reside la persona que les avisó. La mujer, que tenía consigo a la pequeña, trató de ayudarles a conversar con la cría para saber qué había pasado exactamente.

Según les contó la niña, su madre estaba borracha en compañía de un hombre y, además de pegarle (tenía una herida contusa leve en el rostro) la echó de la caravana donde viven. También les dijo que llevaba un mes sin ir al colegio.

Ante esta situación, los agentes se dirigieron a la parcela donde reside la madre, una ciudadana extranjera de origen nórdico, que presentaba signos evidentes de haber bebido y, al parecer, tenía las pupilas dilatadas. Además, de la caravana emanaba un fuerte olor a marihuana.

La mujer no colaboró con los guardias civiles, de hecho, mantuvo una actitud hostil en todo momento, se negó a entregarles la documentación y expresó que no sabía dónde estaban sus hijas ni quería saber nada de ellas. De hecho, dijo espontáneamente que quería que se las llevaran.

A la vista de estos hechos, se detuvo a la mujer, que ronda los 40, y se le leyeron los derechos inicialmente por los delitos de abandono de menores, desobediencia y resistencia a la autoridad.

La madre, presunta víctima de violencia de género, cuenta además con antecedentes policiales por lesiones y allanamiento de morada. Según ha podido conocer este medio, la arrestada llevaría un año sin pagar el alquiler de la parcela donde vivía, por lo que está en proceso de desahucio.

Los testimonios recabados por los agentes tanto de las víctimas como los residentes del 'camping' dibujan una grave situación de desprotección y abandono de las pequeñas. Con frecuencia ambas iban en ropa interior y descalzas, con signos de evidente falta de aseo y sin atender a horarios ni normas.

Los vecinos cuentan además cómo era habitual que las niñas no encontraran nada en la nevera y explican que son ellos mismos los que se hacen cargo de proporcionarles alimentos, vestido o juguetes para cubrir sus necesidades básicas.

Incluso, un matrimonio extranjero trató de entablar amistad con la madre y ayudar así a las menores de forma indirecta para no ofender a la progenitora. Empezaron por ocuparse de su alimentación e higiene para acabar llevándolas al colegio a diario, además de pasar tiempo de ocio con ellas o darles pequeños regalos para hacerlas más felices.

Testigos indicaron a los agentes que no era raro que la madre tratase de forma despectiva a las niñas y que tampoco era extraño presenciar episodios en los que las menores lloraban o chillaban durante largos periodos ante la actitud pasiva de su madre.

Al recriminarle su comportamiento, la ahora investigada reaccionaba a la defensiva con sus vecinos asegurando que ella es buena madre y que quiere mucho a sus niñas.

Tras arrestar a la madre, los agentes intentaron contactar sin éxito con el padre de las menores, un hombre de 48 años que no convivía con ellas de forma habitual y sobre el que constan además numerosos antecedentes, entre ellos quebrantar la orden de alejamiento hacia la madre.