Asalto policial a los clanes dominicanos que dominan la cocaína en Pontevedra.

La presencia de las organizaciones criminales de origen dominicano lleva años muy arraigada en las grandes ciudades españolas, especialmente en Madrid y en toda su periferia. Delitos contra el patrimonio, lesiones y, en especial, tráfico de drogas, son las actividades que les atribuyen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que les señalan como grupos especialmente difíciles de perseguir por ejercer la violencia y la coacción, especialmente entre sus integrantes de menor edad.

Galicia, por su situación geográfica y por la presencia de otros traficantes que abastecían por completo los mercados clandestinos de la droga, parecía estar fuera del radar de los dominicanos. Eso fue así hasta la pandemia. A partir de la covid se aliaron distintos factores que auparon a estas redes criminales al centro del escenario en ciudades como Pontevedra.

En la Boa Vila, en concreto, el poblado de O Vao cesó en su actividad de tráfico de drogas (o al menos la redujo de forma drástica), por lo que se abrió un hueco que alguien tenía que llenar. Las ansias de droga por parte de los consumidores no se redujeron, más bien al contrario, en los largos meses del coronavirus. Personas originarias del país caribeño, grandes conocedoras de un negocio que llevan desarrollando desde hace años entre Sudamérica y España, lo tenían sencillo: solo necesitaban ramificar sus ya prolíficas rutas aéreas de la cocaína para hacer llegar la droga, más cortada que la colombiana (y por ello también apreciada por cierta clase de consumidores), a territorio gallego. En cuanto consiguieron trazar varios recorridos para diversificar riesgos, el negocio estaba hecho.

No contaban las nuevas redes dominicanas, que tuvieron la fuerza necesaria como para desplazar e incluso poner a sus órdenes a los traficantes locales que quedaban en activo, con la gran capacidad investigadora de las fuerzas de seguridad en las Rías Baixas. Las policías Local y Nacional supieron muy pronto que un nuevo elemento estaba distorsionando el escenario, en especial en los principales puntos de ocio nocturno de la ciudad, y ya no solo afectaba a Pontevedra, sino a otros puntos de Galicia, en especial las poblaciones del Eje Atlántico, las de una mayor densidad y, por lo tanto, las que disponen de más clientes potenciales. Y empezaron a seguirles la pista.

En los últimos meses, varios operativos sigilosos y en los que no se ofreció la nacionalidad de los detenidos por el buen fin de las pesquisas demostraron que personas de República Dominicana estaban manejando cantidades de droga que, para su venta a pequeña escala, eran muy grandes.

Más de medio kilo de cocaína​

La última de las evidencias relacionada con el grupo que está siendo objeto de ataque policial desde ayer en Pontevedra sucedió en enero de este año, cuando agentes de la Policía Nacional detenían a un joven dominicano de 24 años en posesión de más de medio kilo de cocaína que se presentaba tal y como llega en las maletas, en dos láminas finas de 275 gramos cada una preparadas para su ocultamiento en dobles fondos o en las paredes laterales de las mismas. La cantidad sorprendió, y mucho, a los investigadores. Fue uno de los detonantes que llevó a la Policía a profundizar en las pesquisas que este miércoles comenzaron a ver la luz.

Así fue el operativo de este miércoles​

La acción policial que se vio este miércoles en Pontevedra y que continuaba abierta al cierre de esta edición (se esperaba alguna detención más) se produjo antes de lo previsto. El asunto es que la Guardia Civil de Ourense tenía previsto un operativo contra una red de la misma nacionalidad dominicana que se dedicaría principalmente a los delitos contra el patrimonio en la ciudad de As Burgas y en otros domicilios limítrofes. Sin embargo, constaba que dos de los objetivos coincidían con dos de las personas investigadas en la Boa Vila por el Grupo I de la Udyco de la Comisaría Provincial y el grupo SAI de la Policía Local en relación con la citada red que domina el tráfico de drogas.

Por ello, los tres cuerpos se presentaron en las dos localizaciones objeto de allanamiento (pisos en Cruz Gallástegui y en Joaquín Costa), en una doble intervención coordinada por el Juzgado de Instrucción 2 de Pontevedra, por lo que respecta al narcotráfico, y por el Juzgado de Instrucción 1 de Ourense, en relación con los robos. De ahí que se hablase de nueve detenidos y de ramificaciones en las dos provincias y también en Barcelona, si bien el golpe al tráfico de cocaína se saldó con "al menos dos" arrestados a orillas del Lérez, a la espera de próximas actuaciones.

El despliegue de medios fue muy notorio y, si bien no fue preciso el corte de ninguno de los céntricos viales en los que se llevaron a cabo los registros, la presencia de agentes ataviados con pasamontañas y guías caninos llamó la atención de los ciudadanos. Por supuesto, los vecinos que escucharon a la Policía echar abajo las puertas de las viviendas de los investigados se sobresaltaron, así como algunos de sus familiares, que mostraron su consternación en plena calle.

El saldo final de los registros aún está por conocerse dado el secreto de las actuaciones dictado por ambos juzgados, aunque este periódico está en condiciones de afirmar que los agentes hallaron lo que esperaban: cocaína que llegó a Pontevedra en maletas, a través de las rutas aéreas entre Santo Domingo o Punta Cana y Madrid con posterior enlace en conexión con los aeropuertos gallegos o con el luso de Sá Carneiro.

Restan muchas páginas por escribir sobre este nuevo elemento que se une al tráfico de cocaína en Galicia, ya arraigado, violento si es preciso y que domina la venta en las principales zonas de ocio.

Más detenidos​

La Guardia Civil ha detenido este miércoles en Barcelona a una persona como presunto autor de un delito de robo con violencia, con lo que ascienden a 10 los apresados en el marco del operativo contra robos con violencia y tráfico de drogas que se desarrolló también en Ourense y Pontevedra.

Así, en Pontevedra los agentes practicaron este miércoles dos detenciones y dos registros en viviendas relacionadas con el tráfico de drogas. La Guardia Civil confirmó que esta actuación formaba parte de un operativo más amplio, desplegado también en Ourense y Barcelona.

Con respecto a Ourense, los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional realizaron varios registros y detenciones en viviendas situadas en la Avenida de Buenos Aires, en el barrio de O Couto, a donde se desplazó una Unidad Cinológica, y en Rairo.

Los detenidos en la operación Larimar pasarán a disposición judicial este viernes en el juzgado de Ourense, según ha confirmado el TSXG.