Hacienda se beneficia de la inflación: dispara un 20% sus ingresos y marca un máximo histórico en plena crisis

La elevada inflación beneficia a Hacienda en términos de ingresos tributarios. Y de manera sensible. Ya lo hizo en 2021, cuando la recaudación por impuestos alcanzó su máximo histórico anual, y lo sigue haciendo de manera todavía más marcada en el inicio del presente año: en el conjunto de los meses de enero y febrero, la Agencia Tributaria disparó un 20% sus ingresos.

De hecho fue algo más, un 21,4%, con lo que el dato total de recaudación está ya en 42.359 millones, cifra que nunca antes se había alcanzado en los dos primeros meses del año. Esto es, que en plena crisis inflacionista, con la invasión de Ucrania por parte de Rusia ya iniciada y con la economía notando los primeros estragos de la guerra, Hacienda marcó un récord en recaudación.

Tanto en el Ministerio de Hacienda como en la Agencia Tributaria subrayan que el fuerte incremento también está relacionado con la recuperación económica. Y así es. Pero el efecto de la inflación es indudable y se observa muy nítidamente en el IVA. Los ingresos por este impuesto crecieron un 22%, rozando ya los 20.000 millones acumulados y quedándose muy cerca de las cifras que aporta el IRPF. El propio organismo que dirige Jesús Gascón apunta que, además de «la mejora de la actividad», también es clave «la aceleración de los precios», tal y como afirma en el informe de recaudación que publicó ayer.

En esta figura es importante asimismo tener en cuenta que existe un decalaje, y que los resultados están más ligados a la inflación de los últimos meses del año pasado. En cuanto comience a notarse la escalada adicional que el IPC está registrando en el comienzo de 2022, las cifras crecerán incluso más.

Los Impuestos sobre Hidrocarburos, por su parte, aportaron un 20% más y rozan ya los 2.000 millones de euros recaudados en apenas dos meses. La Agencia Tributaria apunta en este caso que se debe tener en cuenta en la comparativa el efecto Filomena en lo primeros meses del pasado año. Y sorprende también el repunte del 44% que experimentan los impuestos sobre el alcohol, mientras que el mencionado IRPF crece algo menos de un 10% y Sociedades registra asimismo un crecimiento «elevado» como consecuencia de «las menores devoluciones».

"DEBILITAR EL ESTADO DE BIENESTAR"​

Y a pesar de todo ello, de todas estas cifras y de la buena marcha de la recaudación, el Gobierno descarta totalmente una rebaja adicional de impuestos para tratar de frenar la pérdida de poder adquisitivo que sufre la población. Lo dijo claramente también ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que de esta manera rechaza la petición que el PP ha hecho al Ejecutivo a cambio de apoyar el Plan Nacional del presidente Sánchez. Ni modificaciones en el IVA ni adaptar el IRPF a la inflación para evitar la subida de impuestos encubierta que supone la progresividad en frío.

«El Gobierno no comparte que se pueda abordar la crisis con recortes a los ciudadanos. El eslogan de que todo se soluciona bajando impuestos significa debilitar el Estado de Bienestar», respondió Montero al ser preguntada por este punto durante la presentación de las cifras de ejecución presupuestaria de 2021. En esos datos, Hacienda dio a conocer que el déficit se redujo al 6,8% después de que en 2020 superase ampliamente el 10%, y la ministra añadió que España está «en condiciones» de bajar del 5% en el presente año.

Por su parte, el próximo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, solicitó a Montero y al conjunto del Gobierno que «rectifique» en su plan, que aplique una bajada fiscal «selectiva» y que se cumpla con lo acordado en la conferencia de presidentes celebrada en La Palma.