Gasolina y gasóleo encadenan diez semanas de subidas y se asoman a máximos históricos

Los precios medios del litro de gasolina y gasóleo han encadenado su décima subida consecutiva esta semana, con hasta un 0,33% y un 0,21%, respectivamente, y se asoman ya a sus máximos históricos.

En concreto, el precio medio de la gasolina ha escalado esta semana hasta los 1,510 euros el litro, su nivel más alto desde septiembre de 2012 y acercándose así al máximo histórico de 1,522 euros que tocó este combustible en esas mismas fechas, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.

Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo, que también suma su décimo repunte seguido, se ha situado esta semana en los 1,384 euros, su nivel más alto desde finales de octubre de 2012.

Con esta nueva subida en el precio de los carburantes, el llenado del depósito esta semana es casi un 32% más caro que hace un año para el caso de la gasolina y un 36% superior en el caso del gasóleo.

LLENAR EL DEPÓSITO, 20 EUROS MÁS CARO QUE HACE UN AÑO​

Así, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora 83,05 euros, 20 euros más que hace un año, mientras que en el caso de repostar con gasóleo asciende a 76,12 euros, también 20 euros más que en la misma semana de noviembre de 2020.

Antes de la pasada Semana Santa, ambos carburantes ya recuperaron los niveles preCovid. En lo que va de año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 27,53%, mientras que el del gasóleo remonta un 29,46%.

A pesar de estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 está en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,66 euros el litro, y de la zona euro, con un precio medio de 1,716 euros. En el caso del diésel ocurre algo similar, ya que el precio en la UE es de 1,509 y de 1,532 en la zona euro.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

 

La gasolina y el gasóleo registran nuevos récords históricos en España y los precios se ponen por encima de la media de la UE​

El precio medio de la gasolina y del gasóleo en España ha registrado un nuevo récord histórico y se consolida por encima de los dos euros por litro; además, en ambos casos se ha 'comido' ya la totalidad de la subvención de 20 céntimos por litro que entró en vigor el 1 de abril.

En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha situado esta semana en los 2,141 euros, tras registrar una subida del 1,13% con respecto a hace siete días atrás, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

Ese importe medio incluye los impuestos, pero no refleja el descuento de al menos 20 céntimos por litro, ya que hay descuentos superiores, dependiendo de la petrolera y de las promociones a clientes fidelizados.

Contando con esa subvención, el precio del litro de gasolina sería así ya casi 12 céntimos más caro que en la última semana de marzo (1,818 euros), antes de que se comenzará a aplicar el descuento, con lo que el encarecimiento registrado por este carburante desde entonces ha absorbido totalmente la ayuda.

Con respecto a la misma semana de hace un año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 55,82%, mientras que en el caso del gasóleo es un 67,68% más caro

En el caso del diésel, el precio medio del litro ha registrado un alza del 3,64% en la última semana, para superar por segunda semana consecutiva el listón de los dos euros (2,076 euros).

Así, al aplicar la rebaja de los 20 céntimos por litro, su importe sería unos tres céntimos superior al precio que marcaba a finales de marzo (1,837 euros por litro).

Con respecto a la misma semana de hace un año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 55,82%, mientras que en el caso del gasóleo es un 67,68% más caro, aunque sin tener en cuenta la bonificación vigente actualmente.

Más caros desde la invasión de Ucrania​

Mientras, desde la invasión de Ucrania por Rusia a finales del pasado febrero los precios de ambos combustibles se han disparado más de un 30%. En el caso de la gasolina el porcentaje de aumento se eleva hasta el 33% y el del diésel al 38%.

Estos precios se registran en un entorno de alzas constantes del crudo en el actual contexto, marcado por la guerra en Ucrania. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves por encima de los 110 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a algo más de 104 dólares.

El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos.

De este modo, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de la gasolina, sino que lo hace con un decalaje temporal.

Por encima de los niveles de la UE​

Con estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 se mantiene en España por encima de la media de la Unión Europea, situada en 2,036 euros el litro, así como de la zona euro, con un precio medio de 2,095 euros.

En el caso del diésel, el precio en España también es superior al de la media de la UE, que es de 2,031 euros, aunque está por debajo de la de la zona euro, con un precio de 2,08 euros.

 
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Vaya, parece que nos engañan mucho, ¿verdad? Pero como ya nos hemos acostumbrado a que nos estafe el gobierno y las petroleras no pasa nada. ¿Cuánto tiempo hace que no se habla del precio de la gasolina? ¡¡Si ya es que no protestan ni siquiera los transportistas!
 


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Se acabó el respiro: el barril Brent se dispara y el precio de la gasolina y el diésel vuelve al alza​

La tendencia a la baja del precio de los combustibles que se inició en el mes de septiembre ha cesado y tanto la gasolina como el diésel vuelven a mirar en dirección a los 2 euros por litro.

Desde que el pasado mes de septiembre la tendencia de precios de los combustibles iniciara un descenso, estos han mantenido dicha tendencia y poco a poco el coste del litro de gasolina y diésel se ha hecho un poco menos doloroso para los usuarios.

Sin embargo, las buenas noticias se han terminado por el momento, ya que con el inicio del mes de octubre los precios han vuelto a subir y, poco a poco, vuelven a acercarse a la temida barrera de los 2 euros por litro.

Esto coincide con la brusca subida del barril Brent, el índice de referencia del petróleo, que ha subido desde los 88,86 euros hasta los 98,52 en sólo una semana. Eso sí, que el Brent suba no significa necesariamente que lo hagan los precios del combustible, pues son varios factores los que intervienen.

Aún lejos de los precios récord​

Lo cierto es que la tendencia a la baja de los últimos meses ha alejado los precios del diésel y la gasolina de sus máximos históricos alcanzados durante el verano.

La gasolina sin plomo 95 ha llegado a situarse en los 2,152 euros por litro, con la 98 elevándose hasta unos prohibitivos 2,311 euros por litro. Por su parte, el gasóleo A llegó a costar nada menos que 2,106 euros por litro.

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Los gases también han subido mucho de precio este año, con el GNC llegando a costar más de 3 euros el litro (3,202) y el GLP moderándose más y alcanzando los 1,058 euros/litro.

A día de hoy, el precio de todos estos carburantes es sensiblemente inferior, aunque sigue siendo mucho más elevado que antes de la invasión rusa a Ucrania:
  • Gasolina 95: 1,711 euros/litro
  • Gasolina 98: 1,868 euros/litro
  • Gasóleo A: 1,853 euros/litro
  • GLP: 1,026 euros/litro
  • GNC: 2,086 euros/litro

Por qué el diésel está más caro que la gasolina​

Uno de los efectos más sorprendentes de la crisis energética es el incremento del precio del gasóleo hasta el punto de colocarse por encima de la gasolina. Esto no ocurría desde 2011 y se debe principalmente a la volatilidad de los mercados como consecuencia de la situación actual.

Y es que el precio del combustible no depende directamente del precio del crudo, sino de la cotización internacional de los productos refinados. Esto puede verse influenciado por cosas como una parada técnica en una refinería que genere una disminución de la oferta o un aumento de la demanda, algo habitual en invierno.

Es importante saber que el precio del gasóleo en los mercados suele ser superior al de la gasolina, pero la mayor bonificación vía impuestos hace que termine siendo más barato en los surtidores de las estaciones de servicio.

Sin embargo, su cotización ha subido tanto en las últimos meses que dicha diferencia ha acabado por ser insuficiente para mantenerlo por debajo del precio de la gasolina.

 

Las gasolineras alertan de un cambio legal que puede subir el precio de la gasolina hasta 27 céntimos por litro en 2023​

La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio ( CEEES), que es la patronal del sector de la distribución minorista de carburantes en España, se han mostrado muy preocupados ante el fin de año y el inicio de 2023 y denuncian que «la inconcreción sobre la bonificación de 20 céntimos condena al sector y a la sociedad al caos, las colas y el desabastecimiento». Presumiblemente el Consejo de MInistros aprobará este 27 de diciembre el fin de la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante a partir del próximo 1 de enero de 2023, y desde CEEES alertan además de que una reforma legal permitirá encarecer el precio de la gasolina en 15 céntimos por litro y el del diésel en 27 a lo largo del próximo año.

CEEES, en una nota hecha pública explica que «ni la ministra de Hacienda, ni la de Economía, ni la de Transición Ecológica se han puesto en contacto con esta confederación para explicarnos qué sucederá con la entrada de 2023».

Desde la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio explican que «existe un nuevo marco normativo que contribuirá a encarecer aún más los carburantes a partir del 1 de enero. Será entonces cuando comenzará a aplicarse la Directiva de Calidad de Carburantes (FQD, por sus siglas en inglés). En virtud de esta norma, publicada en el mismo BOE que implantó la bonificación de los 20 céntimos, cada litro de combustible se encarecerá entre 3 y 6 céntimos. Y todo ello porque en España, a diferencia de lo que sucede en otros países de nuestro entorno como Francia, los biocarburantes soportan una fiscalidad incluso más exigente que los combustibles de origen fósil«.

Además, señalan, «no es la única iniciativa legislativa que podría afectar en los próximos meses a los precios de los carburantes. En este sentido, se encuentra actualmente en tramitación parlamentaria el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que, de aprobarse, encarecería los carburantes hasta 7 céntimos por litro«. «Por no mencionar la manida necesidad de e quiparación fiscal entre gasóleo y gasolina, que, de materializarse, encarecería 11,5 céntimos el litro de diésel. Y si la ministra María Jesús Montero sigue las recomendaciones formuladas este mismo año por el grupo de expertos elegidos por su propio Ministerio debería incrementar la fiscalidad de los hidrocarburos otros 5,4 céntimos por litro«, continúan.

Subidas de precio de entre 15 y 27 céntimos por litro​

«Es decir», concluye CEEES, «nos enfrentamos a aumentos de impuestos -unos ya aprobados y otros en estudio o tramitación- que encarecerían el litro de gasolina un mínimo de 15 céntimos y el de gasóleo al menos 27 céntimos».

Ventas un 10% menores a las de antes de la pandemia​

CEEES argumenta en un comunicado que «es necesario destacar que la demanda de combustibles de automoción sigue estando muy por debajo de la que se registraba un ejercicio normal. Según el avance provisional de consumo correspondiente al mes de octubre elaborado por Cores, las ventas se sitúan un 4.6% por debajo de las de 2021 y son casi un 10% inferiores a las de 2019.

«Pese a ese menor consumo, el precio de los combustibles continúa siendo inasumiblemente elevado para los bolsillos de muchas empresas y particulares. La gasolina es un 7,5% más cara que hace un año, mientras que el gasóleo tiene un precio que es un 24% superior al que teníamos, de media, hace 12 meses«.

«Y todo ello en un contexto de máxima volatilidad, recortes de la producción hasta finales de 2023 por parte de la OPEP+, inminentes respuestas por parte de Rusia al tope al petróleo de los Urales, el invierno llamando a las puertas de Europa y China despertando de su letargo tras la desaparición de la política de cero Covid».

 

OFICIAL: así serán las nuevas ayudas para repostar combustible​

El Gobierno ha anunciado el fin de la subvención de 20 céntimos por litro en el carburante para todos los conductores. Desde el 1 de enero de 2023 tan sólo los profesionales se beneficiarán de ella aunque con ciertas diferencias respecto al modelo actual y también en función del negocio que se lleve a cabo.

Era un secreto a voces y ya se ha confirmado. La ayuda del Gobierno de 20 céntimos por litro para el repostaje de carburante llega a su fin con el año 2022. Vigente desde abril, se ha prorrogado hasta el final del presente ejercicio cuando inicialmente estaba prevista hasta el 30 de junio.

El descenso en el precio de los carburantes, que llegó a superar a mediados de año los 2 euros por litro, ha sido clave para que el Gobierno tome esta decisión. No obstante, los conductores profesionales –sectores del transporte, agricultura, ganadería o pesca– aún se beneficiarán de la ayuda desde el 1 de enero de 2023. Esta medida nace del diálogo entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y los transportistas reunidos en el Comité Nacional del Transporte por Carretera.

Las que quedan fuera del mismo son las autoescuelas, algo que ha causado una feroz respuesta de la Confederación Nacional de Autoescuelas. "Es un golpe contra la formación vial y un desprecio al sector, del que viven más de 35.000 familias. La falta de la ayuda al sector hará que suban los precios y repercutirá negativamente en la expedición de permisos de conducir, lo que tendrá consecuencias en la venta de vehículos, la actividad de los talleres de reparación, etc. El Gobierno y los partidos políticos que lo conforman deberían dar explicaciones al sector, puesto que en todas y cada una de las reuniones que hemos mantenido, nos han trasladado de manera clara y directa que nuestra reclamación era lógica y justa, y nos han mostrado su total apoyo", ha declarado el presidente de la CNAE, Enrique Lorca.

La subvención se aplicará en dos fases diferentes. La primera hasta finalizar el mes de marzo y será de 20 céntimos por litro de combustible. Desde entonces y hasta final de junio será de 10 céntimos por litro. Más allá de esa fecha está por ver qué pasará. Este descuento no se aplicará en el momento de repostar, sino que se deducirá del importe gastado a final de cada mes. No obstante es sólo para aquellas empresas o autónomos que cuenten con la tarjeta profesional para repostar. La ayuda se pagará una vez cada mes y a mes vencido. Este descuento se suma al que ya tienen estos profesionales de 4,9 céntimos por litro.

Para los autónomos y empresas que no dispongan de esta tarjeta se ha estipulado una ayuda fija válida para seis meses en función del tipo de vehículo que va desde los 300 euros a los que tiene derecho, por ejemplo, un VTC, hasta los 3.690 euros de un mercancías pesado de masa máxima autorizada mayor a 7.500 kilos alimentado por GLP, GNL o GNC. En este caso el cobro de la ayuda se hará de una sola vez previsa solicitud hecha entre el 1 de febrero y el 21 de marzo de 2023

Durante un tiempo el Gobierno presidido por Pedro Sánchez se planteó mantener la ayuda para los conductors particulares con las rentas más bajas, pero llevar eso a la práctica era irreal.

El coste para el Ejecutivo de la ayuda al repostaje fue de algo más de 1.400 millones de euros durante los tres primeros meses de vigencia, con lo que la factura final debe ascender a algo más de 4.000 millones de euros. La decisión de poner fin a la bonificación se ha tomado durante el último Consejo de Ministros de 2022.

 

Las refinerías de la India y China se ponen las botas vendiendo diésel a Europa hecho con petróleo ruso​

La entrada en vigor de las sanciones de la Unión Europea contra la importación de productos refinados de Rusia (diésel, gasolina, nafta...) está alterando las rutas habituales que seguían los flujos de petróleo y de refinados antes de las sanciones.

Los europeos siguen necesitando igual que antes el diésel o el petróleo, la cuestión es que ahora en lugar de importarlo directamente de Rusia a través de oleoductos o el mar, estos productos hacen unos cuantos de miles de kilómetros más antes de llegar a las instalaciones de almacenaje de combustible del Viejo Continente. Al final, Europa está sustituyendo los refinados que producía Rusia por otros que producen las refinerías de EEUU, China y la India. La cuestión relevante o, al menos, curiosa es que las refinerías de estos dos últimos países podrían estar enviando a Europa diésel y otros derivados hechos a partir del petróleo ruso (comprando con un descuento más que notable). Es decir, Europa termina obteniendo el mismo producto que antes de las sanciones, pero ahora viene de más lejos y después de haber hecho muchos más kilómetros y trasvases (muchos de ellos en las costas de Ceuta).

Si bien es cierto que la UE ha impuesto embargos (prohibición de importar) y topes a los precios de los combustibles que tengan como origen Rusia para terceros países (así se impide que un país compre diésel ruso y lo exporte directamente a Europa), los países que tienen una capacidad importante de refino (China y la India) estarían comprando petróleo ruso (respetando el tope de 60 dólares impuesto por la UE y el G7) en el mercado para transformarlo en diésel y otros derivados y exportarlo directamente a Europa.

Esto explicaría, en parte, el increíble aumento de las importaciones de petróleo ruso que se está observando en países como la India y China, cuya capacidad de refino es de las mayores de Asia. Ambas potencias emergentes no solo están aprovechando el descuento del petróleo de los Urales (se venden con un descuento de más de 30 dólares respecto al barril de Brent) para su propio consumo, por un lado, pero también para incrementar sus exportaciones obteniendo márgenes importantes. La operación es la siguiente: las refinerías indias y chinas compran el crudo ruso a 60 dólares el barril o incluso por debajo, para convertirlo en diésel y venderlo a Europa u otros países a 100 dólares el barril. Relativamente sencillo, legal y, sobre todo, rentable.

Los ingresos de Rusia caen​

De este modo, se cumple el plan de la UE, los ingresos de Rusia por petróleo y derivados se hunden, mientras que los combustibles siguen llegando a Europa a un precio 'decente' (100 dólares el barril de diésel producido con crudo de origen ruso) y sin generar riesgos de desabastecimiento. También es cierto la mayor compra de crudo ruso por parte de la India y China para su propio autoconsumo sirve para liberar parte del petróleo y refinados que producen países como Arabia Saudí, Irak o Emiratos Árabes Unidos, que antes iban a los dos gigantes asiáticos y ahora fluyen también hacia Europa en sustitución de los productos rusos.

"El bajo precio oficial del petróleo ruso supone que el presupuesto estatal ruso se va a ver afectado en estas semanas", aseguraba Sergey Vakulenko, miembro no residente de Carnegie Endowment for International Peace. Es más, Rusia ha reconocido recientemente que su déficit presupuestario se ha disparado un 46%. Los ingresos sumaron en enero 1,356 billones de rublos (17.770 millones de euros), incluyendo una caída del 46% de los ingresos procedentes del petróleo y el gas, hasta 426.000 millones de rublos (5.583 millones de euros). Vakulenko fue director de estrategia en la importante empresa energética rusa Gazprom, pero dejó la firma y Rusia días después del inicio de la guerra.

"A juzgar por las estadísticas aduaneras, parte del beneficio lo capturaron las refinerías de India y China, pero los principales beneficiarios deben ser los transportistas de petróleo, los intermediarios y algunas compañías petroleras rusas", asegura este experto en declaraciones a Reuters.

Todo lo anterior explicaría los datos que reveló en su último informe la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que destacaba que "la India ha estado aumentando las importaciones de petróleo crudo de Rusia, hasta un nuevo récord de 1,4 mb/d de cargamentos rusos en diciembre destinados directamente a las refinerías del país. Las compras de crudo ruso se dividen casi por igual entre las refinerías estatales (que representan el 70% de la capacidad total), y las dos refinerías privadas", señalaba el informe.

Rusia está desviando la mayoría de su producción de crudo y refinados a Asia, ofreciendo grandes descuentos (no tiene otra opción para vender su crudo) a los compradores en China e India en comparación con los grados con los que compite competencia en Oriente Medio, por ejemplo, aseguran los analistas y expertos a la agencia Reuters. Este viernes, Rusia ha anunciado que recortará drásticamente su producción de petróleo para reducir la oferta global y 'castigar' a Occidente.

La sanción más dolorosa acaba de entrar en vigor (el 5 de febrero), por lo que aún hay margen para que esta tendencia gane tracción. Los expertos de S&P Global han publicado una nota en la que prevén que las compras de crudo ruso por parte de las refinerías indias se intensifique este año: "Se espera que el apetito de la India por el crudo ruso aumente aún más en 2023, dando continuidad al crecimiento estelar observado el año pasado, pero las refinerías seguirán tomando las decisiones de compra de forma independiente basándose únicamente en consideraciones comerciales", asegura el jefe de la Federación de la Industria del Petróleo de la India, S. Jaishankar, dentro de las Perspectivas globales de materias primas de S&P.

S. Jaishankar cree que es probable que las importaciones de petróleo de India desde Rusia continúen aumentando este año principalmente debido a los precios con grandes descuentos a los que se vende este petróleo. Antes de la invasión de Rusa a Ucrania, más del 60% de las compra de crudos de la India estaban compuestas por crudos de Oriente Medio, mientras que el resto estaba compuesto por crudos de América del Norte en alrededor del 14%, crudos de África Occidental en un 12%, crudos de América Latina en un 5%, y los grados rusos representaban solo alrededor del 2%.

Ahora, Rusia ha pasado a ser el principal proveedor de petróleo: "Las importaciones de petróleo ruso de la India han experimentado un aumento significativo en los últimos meses. Rusia siguió siendo el principal proveedor de petróleo de la India en diciembre, seguida de Irak y Arabia Saudí, posiblemente como resultado de la profundización de los descuentos debido a las sanciones adicionales del G-7 y Unión Europea, incluido un límite de precio de 60 dólares", añade el experto indio. Además, la India tiene planes para aumentar su capacidad de refino. La intención es superar ampliamente los cinco millones de barriles por día de refino para satisfacer la creciente demanda interna de combustible, así como atender al mercado de exportación.

"La India es un exportador neto de productos refinados y gran parte de estos se destinarán a Occidente para ayudar a aliviar la estrechez actual", asegura Warren Patterson, directo de materias primas en el ING. "Está bastante claro que una parte cada vez mayor de las materias primas utilizadas para generar estos productos tienen origen en Rusia".

Las naciones del G-7 están dispuestas a reducir los ingresos de Moscú tanto como sea posible, pero también tienen interés en garantizar que el petróleo y los productos refinados de Rusia continúen fluyendo para evitar una crisis de suministro global, comenta Serena Huang, analista principal de Asia en Vortexa en declaraciones a Bloomberg.

China también quiere petróleo ruso​

China también quiere aprovechar esta ocasión para hacer negocio con el petróleo ruso. Pekín ha incrementado las cuotas de exportaciones de combustibles de forma más que notable en los últimos meses, a lo que hay que sumar la nueva capacidad de refino que está añadiendo a algunas de sus plantas y otras de nueva creación.

Como publicó elEconomista.es, China disparó sus cuotas de exportaciones de productos refinados en noviembre de 2022 de forma sorprendente y sin previo aviso. El 'gigante asiático' llevaba meses produciendo combustibles muy por debajo de su capacidad sin razón aparente. Sin embargo, en noviembre Pekín reanudó la producción masiva de combustibles y en diciembre las exportaciones de diésel se aceleraron a casi un récord de 2,8 millones de toneladas, frente a las 1,1 millones de toneladas en octubre. Según los datos recogidos por Reuters, este movimiento fue consecuente con un aumento de las exportaciones de China a EEUU y Europa, que están incrementando sus inventarios de productos destilados.

"Es probable que las exportaciones de diésel mantengan un crecimiento más rápido de lo normal durante varios meses tras la asignación de otro gran tramo de cuotas a principios de 2023 ("China aumenta las cuotas de exportación de combustible para estimular la producción de refinería"), según han revelado varias fuentes del sector a Reuters. Pero eso no termina ahí, tanto la India como China está aumentando su capacidad de refino para ganar cuota en el mercado global de refinados.

Dos nuevas plantas en China alcanzarán su plena capacidad en 2023. El complejo petroquímico Shenghong de China comenzó sus operaciones comerciales en noviembre y tiene una capacidad de refino de 320.000 barriles diarios. En octubre, otra refinería totalmente nueva en China, la Petroquímica de Guandong (con capacidad para producir 400.000 barriles diarios) comenzó a hacer pruebas, según S&P Global.

Durante los próximos dos años, China podría ver la puesta en marcha de dos refinerías más: la planta petroquímica Yulong con capacidad para 400.000 barriles diarios y el complejo petroquímico Huajin Aramco, con una capacidad de 300.000 barriles por días. "Es probable que China aumente las exportaciones de productos clave, en particular gasolina y queroseno para avión", aseguran los expertos de S&P Global.

Todos estos datos apuntan en una sola dirección. China y la India están comprando petróleo ruso de forma masiva aprovechando los grandes descuentos del crudo de los Urales (petróleo de referencia en Rusia). Con este crudo 'barato' producen productos refinados que pueden vender a Occidente con unos márgenes muy elevados, generando un gran valor añadido para sus economías. Las refinerías de la India y China están haciendo su agosto con el petróleo ruso.

 


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